Ayer me preguntaron: ¿Qué haces para que los bizcochos te salgan tan esponjosos? y después de contarlo pensé que podía hacer un post. Así de sencillo. Lee despacio y detenidamente si quieres conseguir que los bizcochos te queden así de esponjosos. Después si tienes alguna duda y me quieres preguntar personalmente puedes ponerte en contacto directo conmigo a través del correo electrónico o por Skype (iremos viendo).
Motivos por los que un bizcocho no salga esponjoso pueden ser muchos. Por ejemplo: que al ir incorporando los ingredientes se haga tan lentamente, que durante este proceso la espumosidad de los huevos batidos con el azúcar termine licuando la mezcla.
Te cuento un modo sencillo para ir consiguiéndolo:
Los huevos tienen que estar templados, osea, no recién sacados de la nevera. Bátelos mucho, mucho, con el azúcar. ¡Cuanto más, mejor! Reduce la velocidad de la batidora e incorpora DE GOLPE y sin miedo el aceite. Mézclalo rápido, que no quiere decir con fuerza, como envolviendo la espuma al aceite. Añádele también de golpe la leche o zumo y sigue envolviendo. Incorpora también de golpe la harina con la levadura mezclada en ella y sigue envolviendo. Verás que la mezcla sigue espumosa dejando en la textura unas vetas, señal de un óptimo bizcocho esponjoso. Introduce en el horno previamente caliente, a 190ºC y cuando explote (para que nos entendamos) baja a 160ºC hasta que se termine de hacer.
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