Con una buena alimentación se consigue disminuir los niveles de ácido úrico en sangre. También es importante la cocción y la preparación de los alimentos: es bueno cortar los alimentos en trozos pequeños, dejándolos en remojo y cociéndolos en abundante agua.
Lo primero que hay que hacer es tomarse en serio esta dieta. Tiene que estar regulada por el médico o dietista-nutricionista, porque si no, puede incrementar los niveles de ácido úrico de la persona. Por poner un ejemplo, no es bueno hacer ayunos, estar muchas horas sin comer o hacer una fuerte dieta de adelgazamiento.
Es imprescindible aumentar la ingesta de agua y líquidos como infusiones, etc. pero evitando los caldos de carne y pescados, ya que las purinas habrán pasado al agua del caldo. Son muy buenas las algas y frutos secos y la alimentación rica en calcio. También hay que potenciar las frutas (no abusar de la fructosa), verduras, hortalizas, legumbres y tubérculos. Se recomienda disminuir cereales y derivados, las carnes y pescados no grasos (no vísceras ni caza) y huevos.
¿Entonces qué podemos comer? A parte de lo mencionado: en carnes: pollo, pavo, ternera con poca grasa, huevos y pescados blancos.
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