¡Que buenas son las patatas cocidas! en abundante agua y un buen puñado de sal gruesa. Las ponemos a cocer bien cubiertas a fuego moderado y esperando a que se consuma el agua. Las dejamos enfriar para que no se rompan, las pelamos y las cortamos a ruedas del grosor que más nos guste (como un dedo de ancho). Cocemos en otra cazuela las judías verdes previamente en agua hirviendo con sal y un poco de aceite. Las escurrimos y servimos este plato poniendo un poco de aceite de oliva y un poco de pimentón.
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